Por Víctor O. Gómez CasanovaEl pasado Viernes 08 de Marzo se celebró como todos los años, el Día Internacional de la Mujer y a propósito de esta fecha y su significado, me veo motivado a presentar la siguiente reflexión dedicada especialmente a las mujeres, desde una óptica masculina, de esposo y padre, con la esperanza de que puedan hacerme llegar sus opiniones y comentarios al final de este escrito. ¡Aquí voy! A ver que tal me va... Desde hace siglos, el modelo educativo de la familia en los hogares, sigue siendo responsabilidad principal de la mujer. La madre, o en no pocas ocasiones, la abuela, la tía, la hermana mayor, o quien haga las veces de figura materna, es la que más influye y traza la pauta en la crianza de los niños y niñas de la familia y el hogar. Y por lo general, esa madre o mujer que juega ese rol de figura materna, induce, exige, reclama, demanda y enseña a la niña desde muy pequeña, para que aprenda a fregar, barrer, trapear, limpiar la casa, lavar, planchar, organizar la ropa, cocinar, con la finalidad de que le ayude y asista en los quehaceres domésticos, y desde ese momento, a la mujer se le va metiendo un chip en la cabeza de que ella es una asistente y proveedora de apoyo para acciones de servicios. De ahí que la mujer vaya asumiendo un patrón de conducta para ser primero hija, hermana, nieta, esposa, madre, amiga, compañera, trabajadora, antes que mujer. Y que por lo general, se tenga a sí misma en el último lugar de su lista de prioridades. Pone primero sus inducidas responsabilidades de asistir, atender, ocuparse y cuidar de los otros, antes que de ellas mismas y sin darse cuenta, eso le va bajando su autoestima y con el paso de los años, se va afianzando ese patrón en ellas y lo repiten hacia sus hijas, al momento de educarlas, con el mismo modelo que recibieron. No es causalidad que cuando analizamos el papel de la mujer como empleada o ejecutiva en el ámbito profesional, nos damos cuenta que es más organizada, dedicada, responsable, puntual, leal, inteligente, servicial, colaboradora, mejor compañera, astuta e inclusive más discreta que los hombres, porque inconscientemente, está más preparada y mejor entrenada para servir y trabajar que los hombres. Pasa igual en el liderazgo. Las mujeres tienen mayor capacidad que los hombres para conectar con los demás, ponerse en sus zapatos, entender sus situaciones, comprender sus problemas, por eso muchas de las áreas, departamentos y empresas dirigidas por mujeres son tendencia de éxito. Un ejemplo de ello es la publicación de la Revista Fortune con el listado de las 500 mejores y más grandes Empresas del año 2017, donde por primera vez aparece el número de 32 mujeres que son las principales ejecutivas de igual número de esas empresas, y aunque es un número relativamente bajo, es el más alto registrado en la historia de 63 años de esa publicación anual, con ejemplos como Indra Nooyi de Pepsi, Marissa Mayer de Yahoo, Margo Georgiadis de Mattel, Michele Buck de Hershey, Shira Goodman de Staples, entre otras. Los hombres que seamos esposos y padres, debemos apoyar a nuestras esposas e hijas, e involucrarnos con nuestro respeto y reconocimiento al valor de mujer, y apoyar a cambiar ese modelo de educación machista, para fortalecer la autoestima de nuestras esposas e hijas, y que nuestras esposas y madres desaprendan el modelo tradicional de crianza a las niñas y entiendan que el mundo de ayer ya no existe, que la sociedad de hoy no es igual a la de hace unos pocos años, y por consiguiente, la mujer de hoy no puede ser educada como la de ayer. Recomendaciones: 1.- Lectura del Libro ”Como criar hijas no machistas” de Liora Gomel y Ariel Dorfman y este artículo sobre dicha obra. 2.- Seguir en sus Redes Sociales a la Conferencista y Educadora Sexual de República Dominicana @ElaineFeliz1 y sus paginas www.elainefeliz.com y su revista www.rexpuestas.com ya que ofrece importantes recomendaciones y con un seguimiento muy profesional y consistente sobre el tema de Equidad y Modelo de Educación hacia la Mujer.
3.- Háblelo con su pareja. Socialicen y analicen estos temas. La educación de sus hijas e hijos es una responsabilidad de dos. UD no puede ni debe hacerlo en solitario, no importa si UD es madre soltera o padre soltero, tiene que buscar apoyo. Y sino, busque ayuda profesional. Santo Domingo, DN 11 de Marzo, 2019
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